SEQUÍA

Nubes de polvo – Foto: Julie Sopetrán
El chorro de la fuente
se está secando
y en el prado no hay agua
¿Qué esta pasando?
Busco agua dulce
que sacie esta sequía
tan insalubre!
El huerto se ha secado
porque no llueve
y se torna amarillo
lo que era verde
¿Qué está pasando
que parece un desierto
lo que era un prado?
La mar mira a la tierra
y está llorando
en la sal de sus lágrimas
se mece un barco
Nanas azules
y le pregunto al cielo:
¿Por qué no hay nubes?
©Julie Sopetrán
Muchas gracias amiga. Un besote fuerte por tu lectura.
Que belleza de letras y esa verdad que en su momento ha pasado. Ha cambiado tanto el clima y todo esta al revés.
Gracias mi Julie. Sabes plasmar con tus palabras fotografías de lo que tus ojos ven. Muy bonito. Un abrazo
Muchas gracias Pintando y algo mas, agradezco tu comentario. Besos.
Lo he leído cantando… sin darme cuenta, como si fuera una canción de mi niñez, y es que es pura música. ¡¡Enhorabuena, querida amiga!!
Agradezco tu lectura Aderyn.
Muy bonito!!
Reblogueó esto en Site Title.
Beautiful Julie! I am at a new website:
https://houseofheartweb.wordpress.com/
Muchas gracias Yolanda. Mi abrazo fuerte para ti.
Hola Loli, qué alegría verte. Estoy muy de acuerdo contigo, estamos secos y es muy difícil para mucha gente entenderlo. Gracias amiga. Un fuerte abrazo.
Hoy te leo más temprano, querida Julie.
Cuánto se sufre por la falta de agua, lo sabemos bien en mi casa y sin embargo aún encontramos personas inconscientes a quienes molesta ver llover porque el paraguas molesta y los zapatos se manchan. Estamos secos y algunos niegan el cambio climático.
Un beso grande.
Siempre inspirada Julie… Muy hermoso
Gracias, Isabel. Agradezco mucho tus palabras. Mi abrazo y cariño para ti.
El cambio climático bien merece tu denuncia en buena poesía.
Muchas gracias, querida Julie. Un fuerte abrazo.
Ya formas parte de ellos… y de mí 😉
Gracias, Ramón. Mi abrazo también para ti.
Un abrazo, Julie
Gracias, amiga, es un honor para mi estar en tus cuentos… Muchos besos y muchas muchas gracias.
La tristeza es siempre salada y, en ocasiones, no hay nubes porque las lágrimas se nos quedan dentro y nos ahogan.
Por la confianza que te tengo, me permito la licencia de poner este enlace a un cuento que escribí hace tiempo y que me ha venido a la mente al leer tu precioso poema…
https://martesdecuento.com/2014/03/04/cuando-lloro-llueve/
Gracias, amiga, los que vivimos en el campo miramos al cielo y a la tierra todos los días y ya duele la falta de agua… Gracias por tus palabras que siempre me ayudan. Un beso fuerte.
Así es, amigo, tú que eres peregrino… lo sabes. Mi abrazo fuerte.
El camino, hoy, parece ser sólo una pendiente sin fin, lo cual no deja de producir una enorme tristeza.
Un fuerte abrazo.
Gracias por compartir con todos nosotros la grandeza de tus letras. Siempre una gran maestra. El poema me gusta mucho, aunque la sequía en la tierra haga daño en el cuerpo y en el corazón. Necesitamos agua fresca para ser prados verdes. Gracias de nuevo Julie por un poema tan Hermoso, triste y sugerente. Es muy difícil en poesía saber mostrar el alma a través de otros elementos. Y tú logras esto. Un abrazo amiga.
Muchas gracias, Claudia. Mi abrazo y agradecimiento por venir a leer. Beos.
Precioso!!!
Gracias, amiga. Tus palabras me alegran siempre mucho. Abrazos de luz para ti.
Gracias Ernesto. Mi abrazobeso para ti y muy agradecida siempre por tus palabras.
Gracias por tu generosidad de compartir siempre. Mi abrazo fuerte y mi cariño.
Muchas gracias Alfonso por leer mi poesía y por traerme esta joya de Mahado. Mi abrazo y cariño.
¡Que hermoso poema! Retrata perfectamente tiempos de sequía, como pinceladas de un cuadro.
Besos de luz.
La aridez del alma, del corazón, ni las lágrimas logran sanarla. La sequía de la tierra luego duele en el corazón. El cielo limpio puede guardar en su belleza grande dolor.
Hermoso poema, querida Julie. Abrazobeso cariñoso, amiga.
[…] a través de SEQUÍA — Eltiempohabitado’s Weblog […]
Qué bien relacionas el clamor por la sequía con la poesía tradicional: mirar al cielo y cantar.
Mira esta seguidilla de Antonio Machado:
En las sierras de Soria,
azul y nieve,
leñador es mi amante
de pinos verdes.
¡Quién fuera el águila
para ver a mi dueño
cortando ramas!