
RUIDO DE ÁGELES
Gracias a la amabilidad de su autor, me ha llegado un libro de poesía muy especial, se trata de RUIDO DE ÁNGELES, del poeta Julio González Alonso. Ediciones Vitruvio.
He conocido a Julio a través de su blog. Y ha sido siempre un placer para mi, adentrarme en sus versos, leer su poesía. Una poesía especial, fuerte pero a la vez dulce, inteligente, sutil; en su palabra se configura la estética y de su sentir nace lo bello, eso a lo que llamamos poesía.
Leo y releo sus poemas y encuentro en ellos la historia, el dolor que nos conmueve, los recuerdos que nos avivan los sentimientos, la denuncia por la injusticia y esa espiritualidad que nos hace descubrir ese ruido de ángeles que rodean nuestra existencia. Es cuando las palabras se convierten en obra de arte, cuando el entendimiento se paraliza en el asombro y es allí donde concibes lo sub limine, lo que está fuera de los límites, o sea, lo sublime.
Me ha gustado mucho leer este libro, pleno de unidad en su variedad. También esa parte de verdad envuelta por el idealismo, por la imaginación del poeta, por su inventiva, su destreza, su magia, su palpitar lírico. Sin duda, es un placer adentrarse en las imágenes, locuciones y elegancia de sus palabras… Nada falta ni sobra en sus versos, vuelves a ellos y en cada lectura percibes un nuevo concepto, una nueva abstracción que te deleita porque es en el desarrollo de su pensar y sentir, donde se elimina lo superfluo y se disfruta su creatividad. Es un libro que nunca terminas de leer. Me encanta sobre todo, la tercera parte dedicada a LAS OTRAS INOCENCIAS donde las realidades son tapices colgados “de las ventanas de los días,/ velos que ocultan/ la oscuridad…” y es así como termina el poeta ofreciéndole a su ángel su regazo. Bellísimo.
Amigo lector, si te gusta la buena poesía, no dejes de leer este libro. Te lo recomiendo. Como te recomiendo el blog de Julio González Alonso, volverás a él una y otra vez y siempre encontrarás esa voz poética que no deja de ser como… un ruido de ángeles.
Gracias, Julio, por tu generosidad. Por tu poesía. ¡Salud y ángeles!
©Julie Sopetrán