LIBRO DE CALACAS Y CALAVERITAS PARA NIÑOS

LIBRO DE CALACAS Y CALAVERITAS  LITERARIAS PARA NIÑOS

Por Julie Sopetrán

 

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1

LA APRENDIZA

La Muerte aprende de mí
en mi clase de Gramática;
se ha sentado en mi pupitre
porque le caigo simpática.
Ella escribe con un hueso
que trajo del Panteón;
en vez de escribir las letras
prefiere copiar mi voz.
Yo le he dicho a mi maestra
que la expulse de la escuela;
desde que no viene a clase
escribe con una vela.

©Julie Sopetrán

Day of the Dead Catrina Skeleton, Mexican Elegant Death illustration

2

LA DESNUDA-HUESOS

Como hace frío en la clase
me puse un traje de lana;
La Divertida me vio
y me miró muy ufana.
Bajó la temperatura
y el profesor descontento,
percibió que alguien quería
congelarnos al momento.
Era la Desnuda en Huesos,
intrusa y descongelada
que nos contagiaba el frío
tan sólo con su mirada. 

©Julie Sopetrán

 

3

LA PERSEGUIDORA 

Sostenida por los huesos
su esqueleto nos persigue,
en correr es la primera
¡Pero cualquiera la sigue!
Mejor que se vaya lejos
y no vuelva por aquí,
que los niños de mi escuela
no la podemos seguir.
Mejor nos quedamos solos
de donde somos y estamos,
que si seguimos sus pasos…
¡A saber adónde vamos!

©Julie Sopetrán

 

4

NO METE UN GOL

En el campo de fútbol
que sí, que no,
que La Pelos no sabe
meter un gol.
¡Ay! ¡Cómo juega
parece un garabato
que titubea!

©Julie Sopetrán

5

LA DIVA

La Diva vino a cantar
con el coro de la escuela,
dice, la enseñó su abuela
pero su voz es mortal.
Nadie la puede imitar
y aunque no estés en el templo
nos distribuye su acento
igual que un pavo real.
y hay que decirle: genial
aunque no tenga talento.

©Julie Sopetrán

6

LA SEGADORA

¿Quiñen nos mira sonriente?
La Dientes.
¿Y qué hace mujer tan fiera?
Nos siega.
¿Qué le sirve de alimento?
Los cuerpos.

Y sin más razonamiento
ras ras con su danza altiva
y su garra decisiva
La Dientes siega los cuerpos.

©Julie Sopetrán

 

7

LA ELEGANTE

Una mañana cualquiera
me fui a jugar a la calle;
y me encontré con el talle
de Catrina Garbancera.
Muy estirada y altanera
respondió a mis «buenos días»
y se fue por otras vías
vestida de vampiresa
con su sombrero turquesa
a nadie se parecía.

 ©Julie Sopetrán

 

8

HUESITOS 

Huesitos salta conmigo
a la comba en el recreo,
pero a veces no la sigo
se cansa y dice: «no juego».

Pero al ratito la veo
moviendo su compostura
por saltar con tanta holgura
dio con su tibia en el suelo.
 

©Julie Sopetrán

9

CATRI EN LA FUENTE

La Catrina fue a por agua
a la fuente de mi pueblo,
y se le rompió el botijo
cuando lo tenía lleno.
Luego se lavó las manos
porque la muy señorita,
pensaba que estaba sucio
el mango de la botija.
Y yo la vi regresar
con superficial aspecto…
¡Si hasta para ir a la fuente
llevaba los guantes puestos!

©Julie Sopetrán

 

10
LO QUE LE GUSTA A ELLA

Y si La Muerte se altera
es porque no es primavera.
Porque le gustan las flores
y que le hagan los honores.
La Muerte es muy zalamera
gusta de buenos olores…
Y que le pongas coronas
claveles, dalias o rosas,
le encanta que las personas
la contemplen, muy llorosas.

©Julie Sopetrán

11
Y VUELVEN…

Yo que soy niña asustada
estoy encendiendo cirios,
por los muertitos que vuelven
por los tuyos, por los míos…
Y me ha dicho Doña Pelos
que no deje de encender,
por aquellos que no tienen
a nadie donde volver.
Por eso enciendo y enciendo
lucecitas del querer,
porque yo quiero que vuelvan
aunque no los pueda ver.
 

©Julie Sopetrán

 

12
LA MUERTE CICLISTA
 

Hoy he visto a Doña Triste
alegre en su bicicleta,
que le brillaban los huesos
como si fuera una atleta.

Pe da le a   pe da le a
muy cerca del Panteón,
y para que yo la vea
al pasar, me dice «adiós».

Disimulo, no la he visto
mejor que pase de largo
y que no pinche una rueda
porque entonces, me la cargo.

©Julie Sopetrán

  

13

EN EL CINE 

Fui al cine con mis amigos
casi no había butacas,
y delante de nosotros
se acomodaron tres Flacas.
Bla bla blá continuamente
no dejaban ver pantalla,
pelonas y mal nutridas
pero ninguna se calla.
Eran tres muertas vivientes
acaparando los focos,
calladitos nos salimos
y no pudimos ver «Coco». 

©Julie Sopetrán

 

14

A SU ANTOJO 

Andale que no está muerta
La Muerte en el cementerio,
tan sólo estira la pata
para crearte el misterio.
Quedas como un pajarito
lía el petate y te advierte,
que el que es perico es perico
y allí donde quiera es verde.
Te dobla la servilleta
y te deja en la estacada,
te vas desnuda o vestida
como bien le venga en gana.

©Julie Sopetrán

15

LA VERDUGA

Hoy estamos estudiando
lo que abarca una elegía,
y en tan lírico lamento
La Verduga, es poesía.
Si te haces la mortecina
tal vez no se dé ni cuenta
y hasta pase por tu lado
sin cerrarte la maleta.
Mejor tenerla de amiga
para que te dé un respiro,
y te ayude a resolver
lo del último suspiro.

©Julie Sopetrán

 

16

UN ESQUELETO FRUSTRADO

En la clase de pintura
yo dibujé un esqueleto,
pero no se quedó quieto
se movía la figura…
Me asusté de tal locura
y lo convertí en un reto,
cuando lo dejé completo
pues lo tiré a la basura.
Fue entonces que me llamaba
en el cesto, entre papeles,
pero ya no le hice caso.
Triste, indefenso, lloraba
fue un borrón entre pinceles
y lo destiné al fracaso.

©Julie Sopetrán

 

17

¡CUIDADO!

La Maestra nos ha dicho
que La Muerte es nuestra amiga,
¿pero podremos confiarnos
cuando dice que la sigas?
Porque nunca lo sabemos
por la escuela viene y va,
que muchas veces se esconde
pero no es para jugar.
Quiere llevarnos con ella
dirección el Panteón
y no nos queremos ir
sin aprender la lección.

©Julie Sopetrán

 

18

LA ENVIDIOSA

Mi papá tiene un caballo
lo llamamos Esqueleto,
y a La Muerte le da envidia
y no le deja estar quieto.
Nos mira muy recelosa
quiere llevarlo con ella,
para cargar calaveras
por toditas las estrellas.
Yo no quiero que lo toque
porque se espanta y, no sea
que al tocarlo, mi caballo
quiera marcharse con ella.

©Julie Sopetrán

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19

LA PICHICHANA

La mendiga Pichichana
va moviendo la cintura,
cempasúchil son las flores
que lleva a la sepultura.
Cuando cruzaba la calle
no miró de lado a lado,
y un hombre le arrebató
de golpe, su hermoso ramo.
Pichichana lo vigila
y en un mercadillo estaba,
vendiendo todas las flores
por el doble que costaban. 

©Julie Sopetrán

 

20
PERSECUCIÓN

Patitas pa que las quiero
pues pa correr y correr,
que La Muerte me persigue
y yo no la quiero ver.
Me metí en un maratón
en un corre corre vuela,
Huesitos se confundió
me anda buscando en la escuela…
Y yo desde mi escondite
corro corro con el gremio,
y pues de tanto correr
ya me han dado el primer premio. 

©Julie Sopetrán

21

NO ES LO QUE APARENTA

Calaveradas traviesas
me embelesan,
duendes que son invisibles
y órale que son las musas
que siguen a La Pelada
desmadrada
frente a mundos imposibles.
De la muerte que sonríe
no te fíes
que la temo acobardada
y yo sé que es muy llorona
muy pelona
y también malhumorada. 

©Julie Sopetrán

22

LA ATACADA

Tengo una amiga en la escuela
ella se llama Lupita,
le gustan las calaveras
y las calavera-ditas.
La Catrina se sorprende
de mi cuate talentosa,
y se ha venido a la clase
a preguntarle mil cosas.
Lupita le ha contestado
a sus preguntas de historia
y a La Catrina le ha dado
un ataque de memoria.

©Julie Sopetrán

23

SENSACIONES DEL LLANTO

Por las tierras del cielo
anda La Muerte
una nube la ha visto
por eso llueve.

¡Ay! qué penita pena
el cielo está llorando
sobre la arena.
En el tejado se oyen
las gotas gruesas.
La Muerte ya se ha ido
porque chispea…

©Julie Sopetrán

24

EL FALSO BOLSO

Presumida en una tienda
un bolso negro ha comprado,
creía que era de cuero
pero le han dado el gatazo.
¿A quién echará la culpa
si el vendedor ya se ha ido?
Mejor que nadie nos mire
y nos deje en el olvido.
Cargadita con sus huesos
el bolso lleva con  garbo,
quiere que alguien se lo lleve
pero yo, no me lo cargo.

©Julie Sopetrán

25

LA ESQUELETA VIAJERA

La Esqueleta se ha propuesto
romper la monotonía,
y se ha ido de turista
por tierras de Andalucía.
Lleva un traje de volantes
dobladito en la maleta,
un abanico y mantilla
con su par de castañuelas.
Su abuelo era de Graná
y siempre estaba contento,
y por eso La Esqueleta
ya aprendió a bailar flamenco. 

©Julie Sopetrán

26

LA SABIONDA

¿Quién ya no me deja verte?
La Muerte.
Porque me lleva en su nave
Lo sabe.

Si me toca, me deshace
y lo hace.

Nunca dejes que te abrace
porque tú no te das cuenta
pero te busca contenta:
la muerte sabe lo que hace.
 

©Julie Sopetrán

27

LA FRÍA 

Cuando La Fría se acerca
la temperatura baja,
y si es verano hace frío
y si es invierno… amortaja.
Cuando La Fría te toca
y te avienta un repeluzno,
cuídate, porque te mira
pa llevarte al otro mundo.
Temblor, tembleque o espasmo
es un estremecimiento,
que parece fantasía
pero te roba el aliento. 

©Julie Sopetrán

 

28

FOTOGRAFIADA

Como Catrina es esbelta
y ama la fotografía,
ha venido a contratar
un reportaje a María.
Al principio era difícil
aceptar los requisitos,
porque Catrína tenía
que abrillantar los huesitos.
Pero todo se ha arreglado
con la buena voluntad,
aunque Catrina requiere
derechos de propiedad.

©Julie Sopetrán

 

29

UN DIBUJO DE LA TRISTE 

Se presta como modelo
a una artista de Galicia,
y su pose es colocarse
para atraer la noticia.
De perfil no es atractiva
de frente agranda la hechura,
lo que quiere es un retrato
sentada en la sepultura.
Un bosquejo, una pintura
un diseño de portada,
o un trazo que raye sombras
de La Triste dibujada.

©Julie Sopetrán

 

30

CÓMO LA CATRI SE MIRA EN EL ESPEJO

Catri pasea muy sola
por el jardín del colegio,
y se ha metido en un charco
para mirarse al espejo.
Sus zapatos de tacón
se han embarrado en el agua
y ha tenido que limpiarse
el bajo de sus enaguas.
No se sabe adónde va
tan sucia y tan despeinada,
llueve que llueve, la lluvia
se ha subido a sus espaldas.

©Julie Sopetrán

31

LA GÜERA YA ESTÁ EN LA PLAZA

Bajo el cielo mexicano
Pelirroja, llena plazas,
se sienta entre calabazas
y a todos les da la mano.
Su saludo es muy cercano
pero nadie se le abraza,
Bermeja no pierde baza
conoce a los ciudadanos.
Anota cada mirada
y se sabe enamorada
de una fiesta que la quiere,
por eso se tiñe el pelo
y hasta se viste de cielo
para colmar lo que muere.

©Julie Sopetrán

 32

LA PELLEJA VIEJA

Mi profesora me ha dicho
que no tiene edad la muerte,
y yo la veo muy vieja
aunque su tiempo no cuente.
Enseñando sus dientones
y su horrible calavera,
aunque se vista elegante
donde la mires es fea.
Su piel se volvió pellejo
y no cuenta su pelaje,
porque cuanto más la estudias
más viejo es su porcentaje. 

©Julie Sopetrán

33

LA MALQUERIDA

Si la llaman Malquerida
es porque nadie la quiere;
cuando te cite, no esperes
que te robará la vida,
hazte la muy distraída
y si te llama al pasar
sorda te debes quedar,
que si la atiendes, entonces
sin saber cómo ni dónde
te llevará hasta su altar.

©Julie Sopetrán

 

34
LA POLVEADA

Se ha comprado una crema
pa estar divina
y acicala sus huesos
con brillantina.

Y se empolva la cara
de tal manera,
que parece hojalata
su calavera.

¡Cómo presume, altiva
cual si te perdonara
que sigas viva!
 

©Julie Sopetrán

 

35

LA COMADRE

Madrina, madre, vecina,
comadrona y confidente,
eso y mucho más, la muerte
se mete hasta en la cocina.
Tras de tus pasos camina
y hasta persigue el vaivén,
si acaso no te ve bien
por tu interior se desliza
entra, sale, exterioriza
los miedos que hay en tu gen.

©Julie Sopetrán

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