EL ARCO ABANDONADO
Mi cuerpo es arco como el de Cupido
me tuviste en tus manos un momento,
lanzaste tu saeta al firmamento
dejándome tirada en el olvido.
Desde entonces el aire bebo herido
y ya no sé si soy o acaso siento,
tu sombra me traspasa el pensamiento
y hasta el sueño de amar se me ha perdido.
En busca de tu beso va mi vida
con tantas ilusiones ya deshechas
que al verme abandonada estoy vencida.
Deambulo el espacio, busco flechas
que me devuelvan a la luz perdida
o al dulce anhelo de las cosas hechas.
©Julie Sopetrán
La leona herida – Bajorelieve – Arte – Mesopotamia
Thanks Margaret!
Wow! Stunning!
Gracias amigo. Un abrazo.
[…] ©Julie Sopetrán […]
Permíteme: Brutal!!
Me he quedado alucinado. Te recomiendo que leas las dos primeras estrofas del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, y si te gusta escribir con estrofas renacentistas, te sugiero que pruebes con la lira. Y si ya la has probado discúlpame pero me guía la emoción. Abrazo!!!!
Precioso soneto que nos recuerda cuan dolorosa es la herida del olvido, aunque se quiera no puede olvidarse.
Besos bastante fríos en este día. Un caluroso abrazo.
Hermoso soneto y dolorosa imagen. La eterna herida de todo lo Imposible. Lucía B
Ha empezado el frío, pero creo que no tiene nada que ver con el escalofrío que siento cuando te leo.
Precioso!!! Qué duro es el olvido y qué difícil cerrar esas heridas!!!
Un beso enorme y buen fin de semana…
Bellísimo Julie…cómo me recuerda cuánto duele el olvido! Solo el anhelo del ayer cabalga el lomo herido de la leona en piel humana.
Besos amiga y buen día.
Precioso soneto a pesar de lo triste, de esa flecha que inequívocamente trajo el desconsuelo, la desolación del desaire, además de un día el amor solo sentido por una de las partes…
Besos muchos, Julie.
Es con el paso del tiempo cuando podemos sentirnos como la leona herida del bellísimo bajorrelieve. Herida pero viva.
Un beso