EL MUR DE MOHERNANDO

Foto encontrada en el Palacio de El Mur de Mohernando. Se trata de Juan Ruíz, Arcipreste de Hita. Foto facilitada para este cuento, por la investigadora, Carmen Perucha. Mohernando. GU. España. (Guadalajara) España 2025.
UN CUENTO INVENTADO INSPIRADO EN JUAN RUÍZ – ARCIPRESTE DE HITA
ESCRITO POR JULIE SOPETRÁN, IMITANDO LA CUADERNA VÍA.
LO ESCRIBÍ PARA EL CUENTACUENTOS DE GUADALAJARA (ESPAÑA) EN SUS COMIENZOS.
Cuando en Hita vivía, alegre y pensador
Revisando su obra de loco y buen amor…
Sería por el año mil trescientos cuarenta
Cuando había ratones en palacios y ventas.
Juan Ruiz, el Arcipreste de la villa de Hita
Un hombre campechano que a meditar invita,
Nos contó aquella historia del ratón que al mercado
Fue de Guadalajara un lunes a Mohernando.
El ratón campesino con barba larga y serio
Le invitó a un haba fresca para su refrigerio.
Su cueva era muy pobre, su voluntad muy buena
Que el ser amable vale mucho más que una cena.
El de Guadalajara, se preció de invitado
E invitó al de Mohernando un martes al mercado.
El campesino andando llegó a la capital
Alegre, campechano y de aspecto vital.
Su amigo le esperaba con buen queso y tocino
Carne, manteca y panes tostados con buen vino…
El ratón de Mohernando, jamás había visto
Tanta opulencia expuesta a gusto y apetito.
Le dejó sorprendido tal derroche de masa
La pechuga de pollo y el lujo de la casa.
Comparó su pobreza con aquellos primores
Y se chupó los dedos con todos los sabores.
Agradeció a su amigo tanta delicadeza
De mantel y comida entre tanta riqueza…
Cuando estaba comiendo, una puerta se oyó
Y un temblor en el cuerpo nuestro amigo sintió.
Era el miedo que a fuga incitaba nervioso
Había que correr y no ser perezoso.
La dueña de la casa entraba al comedor
Los amigos huyeron con pánico y temor.
El de Guadalajara su agujero tenía
Pero el pobre invitado corre que sí corría…
Se refugió en la sombra de un rincón solitario
Su corazón latía igual que un campanario.
La dueña de la casa se fue por otra puerta
Y el ratón aldeano a respirar no acierta.
Su amigo le consuela mostrándole los dulces
«turrón de miel» -le dice- que oro es lo que reluce.
Desconfía el paleto de tan brillantes luces
«tener miedo no es bueno» piensa haciéndose cruces.
Prefiero mis garbanzos y mi comida pobre
A tanto despilfarro. Es mejor que no sobre.
Extrañó la paz dulce de sus campos sencillos
Y decidió irse a casa a respirar tomillos,
Sin más en el estómago, vacíos sus bolsillos,
El mundo es engañoso y está lleno de pillos.
Así aprendió el ratón que la pobreza es rica
Si la vives conforme, siempre te dignifica.
Y así aprendemos todos que es de mucho talento
Armonizar las cosas que nos dan el sustento.
II parte
Este fue un Sueño que tuvo el Arcipreste
En la Villa de Hita, en su casa-balcón
Dormía el Arcipreste sin más preocupación.
Había terminado la historia del ratón
Y buscaba descanso su gloriosa obsesión.
Juan Ruiz, que meditaba su agitada soñera
Soñó que él era Gato en casa placentera:
Un gato astuto y sabio exento de quimera
Que comía pescado y la mejor ternera.
Vivía en el palacio donde acudió invitado
Por ratón campesino, sanote y muy honrado;
Conocía los trucos del «mur» que estaba en casa
Altivo y vivaracho como el rayo que pasa…
Con su festín soñaba tranquilo y sonriente
Para él, un sólo paso, sería suficiente,
Y a golpe de zarpazo, caería en su diente
Todo dependería de una espera paciente.
El gato religioso, con su rabo estirado
Las orejas alertas y el bigote arreglado,
Conocía el momento de asegurar su presa
Sin lanzarse de golpe encima de la mesa.
Pisando muy despacio las baldosas marrones
Saltando silencioso almendras y turrones,
Llegó «sin ser notado» hasta los dos zampones
Y se quedaron muertos del susto los ratones.
Con sus patazas negras de micifuz soltero
El ratón aldeano fue el que cayó primero,
El de ciudad, astuto, corrió hasta su agujero
Pero !oh! sorpresa, el Gato, le cortó su sendero.
-¿Adónde vas? -le dijo- con prisa tan ligera
¿Te olvidas del amigo cuando acaso te espera
para ser escondido allí en tu ratonera?
Porque es de bien criado querer a quien te quiera.
Ratón sofisticado que piensas en ti mismo.
Hay mercados de gatos que saben tu egoísmo
Y aldeanos muy sabios sin mesa y catecismo
Que te echan una mano y practican civismo.
Son hijos de la tierra y del libre pensar
Atesoran costumbres: lo que tienen, lo dan,
Salen para que tú entres a su humilde pajar
Y el queso no lo prueban, pero se hacen su pan.
Caminas más ligero que tu amigo aldeano
Pero ya te aseguro que no eres más humano;
La amistad se demuestra igual que el ser cristiano
Vete, dile a tu amigo que quieres ser su hermano.
El ratón estirado, asombrado y doliente
Secaba los sudores que inundaban su frente.
Se sintió tan pequeño junto al Gato-Arcipreste
Que en busca de su amigo fue a llorar penitente.
El ratón aldeano escuchó aquel sermón
Fue en busca de su amigo transido de emoción;
Se abrazaron muy fuerte, tanto, que el corazón
De aquellos dos amigos, resonó en el balcón.
Juan Ruiz se despertó: pesadilla bendita
Del gato que al Amor y la Amistad invitan.
Un gallo en el corral, canta, repite, grita…
Y vuelve a amanecer en la Villa de Hita.
Dicen, que desde entonces, por pueblos y ciudades
En la ratonaría ya no hay clases sociales;
Amigos de los gatos y con sus credenciales
Los ratones vivieron muchas felicidades.
Y firmaron acuerdos de paz, gato y ratones
Y hasta comieron juntos en las celebraciones.
©Julie Sopetrán









Gracias. Igualmente.
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias, Manuel.
preciosos cuentos mis felicitaciones.
Muchas gracias, Themis. Me alegro que te gustara el cuento. En realidad Juan Ruíz tenía una imaginación muy realista de las cosas que pasan en el campo. Y a mi me encanta esta parte del mur o ratón en su libro de Buen Amor. Agradezco mucho tu comentario. Mi abrazo fuerte.
Muchas gracias, por leer y comentar, Alguien. Me alegra mucho tu comentario. Un abrazo.
Muchas gracias, Mercedes. Me alegra saber que te gustó.
Hola Julie, me encanto el cuento, que bello ritmo lleva y como se va armando a medida que la historia transcurre y las aventuras y juicios de los ratones sobre las condiciones de vida que cada uno tiene y el final hermosísima esa amistad entre todos. Abrazo bien grande y feliz semana
Llena de cadencia, sabiduría y dulzura, que delicia está clase de literatura!. Gracia.
Maravilloso!!
Muchas gracias Yvonne. Agradezco mucho tu comentario y me alegra saber que te ha gustado el cuento basado en lo ya contado por Juan Ruíz. Te mando mi abrazo muy especial y mi agradecimiento.
Querida Julie, qué maravilla de cuento.
Capturas la esencia del Arcipreste con tanta ternura y creatividad, y nos recuerdas con tu historia que la amistad, la humildad y la generosidad son tesoros que siempre valen la pena. Gracias por compartirlo, ha sido un auténtico placer leerte .
Te mando un gran abrazo 🤗 💝🥰🌷